Antonio D´Angelo fue designado como vicepresidente segundo del
Consejo Federal de fútbol en la última asamblea donde estuvo presente Luis
Segura. “Es un lindo desafío pero también una gran responsabilidad porque
representamos a toda la Patagonia”, aseguró.
El actual presidente de la Liga Deportiva Confluencia
tiene una prolongada carrera como dirigente deportivo y desde el año 1984 es el secretario general del sindicato
de Luz y Fuerza de Río Negro y Neuquén.
¿Cómo arrancó su
carrera dirigencial?
A partir del año 84, con la vuelta a la democracia, a
partir de la normalización de las organizaciones sindicales integro la comisión
directiva como vocal titular y a los cuatro meses asumo como secretario
gremial.
¿Cómo se organiza
para cumplir con todas las responsabilidades en el sindicato y en la Liga?
Uno se va acostumbrando, lo único bueno es que no me pesa
la actividad sindical, no me molestan las reuniones no me pesan las asambleas,
ya lo he tomado como una cosa mía, como hago normal, y me levanto temprano,
cerca de las ocho estoy saliendo para el sindicato y no tengo horario de
vuelta.
¿Y con el fútbol
cómo es su relación?
Yo jugué al fútbol, jugué en Obrero Dique en Primera
división, en el equipo de mi pueblo. Jugué varios años en el Torneo de la Liga
Confluencia. En sí me crié dentro de una cancha de fútbol en Barda del Medio
porque estaba mi casa, cruzaba la calle y estaba la cancha, y viví dentro de
una cancha de fútbol, toda mi juventud, toda mi infancia... siempre nos
juntábamos ahí, los días de lluvia, los días de viento, todos nuestros juegos
eran ahí adentro. Tengo un vago recuerdo de estar jugando en el piso con tierra
mientras mi papá y mi mamá estaban en una baranda de apoyo en la cancha de
Obrero Dique y no había alambre olímpico.
¿Cuándo empezó a
ser dirigente en la Liga Confluencia?
Empiezo cuando Obrero Dique vuelve a jugar en la Liga y
me llaman porque yo ya vivía en Cipolletti por el tema de mi trabajo y es así
que arranco como delegado del club de mi infancia. Luego Marcos Lafita (por
entonces presidente de la Liga Deportiva Confluencia) me propone como
secretario de actas.
¿Qué pasó cuando
Obrero Dique no continúa en la Liga?
Coincidió con la presidencia de Galabanesky en el club
Cipolletti y él me llama para que sea delegado de la Liga representando a
Cipolletti. Sigo siendo secretario de acta hasta que Galabanesky renuncia y yo
me fui con él.
¿Y así llegaste a
Catriel?
Exacto, desde la Unión Deportiva Catriel me propusieron
como delegado ya que se les complicaba por las distancias. Es ahí donde
comienza mi carrera fuerte en la Liga porque Tomás Ibañez (por entonces
presidente) me propone como vicepresidente y luego termina el mandato de Ibañez
y me eligen como presidente de la Liga.
¿Y así llegó al
Consejo Federal?
Ya con Tomás Ibáñez participaba de las reuniones de la
Federación Patagónica pero nuca fui titular y luego como presidente de la Liga
comienzo a ir como delegado representando a la Patagonia y hoy tengo la suerte
de ocupar un cargo importante en el Consejo Federal ya que soy vicepresidente
segundo.
¿Lo sorprendió la
elección?
La verdad que no porque ya me habían ofrecido ir al Comité
Ejecutivo que significaba estar en contactos con dirigentes que están con los
clubes de Primera División pero no se pudo.
¿Por?
Es que debía estar todos los martes y miércoles en el
Consejo Federal y yo tengo un compromiso muy grande con el gremio al cual le
debo mi vida, es mi pasión y tuve que optar… y opté por una continuidad en el
gremio y no acepté la propuesta del Comité Ejecutivo.
¿Le queda alguna cuenta
pendiente como presidente de la Liga Deportiva Confluencia?
Me quedó algo que nunca se pudo lograr por el tema de
costos que es el fútbol infantil. Yo creo que desde la Liga se podría sacar
muchos más jugadores pero el costo es muy elevado. Hoy para sacar jugadores se
necesitan jugar entre 40 y 50 partidos por temporada pero se le hace muy
difícil a los clubes mantener ese ritmo.
¿Es difícil ser
dirigente de fútbol en un país tan pasional?
Me sorprende cuando la gente critica a los dirigentes
respecto a los arbitrajes. Los dirigentes ponemos el pecho por los árbitros y
donde no somos los responsables de los arbitrajes. Yo nunca vi en la Liga ni en
el fútbol que le digan a un árbitro “vos
tenés que ir a perjudicar a tal equipo”. Yo creo que los árbitros se
equivocan porque no saben y porque cometen errores como todos. Los árbitros en
nuestra zona son tan malos y tan buenos como en cualquier parte del país.
¿Qué es ser
dirigente?
Para ser dirigente hay que sentirlo y muchas veces hay
que dejar cosas de lado. En esta parte del país es todo ad honorem, no se puede
ser dirigente queriendo recibir un valor por el tiempo que vos prestás. La dirigencia
que yo practico en el fútbol es todo ad honorem. Yo en la Liga ni en el Consejo
Federal cobro, lo hago con ganas porque realmente me apasiona.